Desde un tiempo a esta parte,
todo lo que tenga que ver con religión católica (fiestas religiosas, Semana
Santa, Procesiones…) está muy mal visto por parte de las autoridades que nos
gobiernan, en Palma en particular y a nivel autonómico en general.
Hace unos meses, salió en prensa
una noticia que decía que el Ayuntamiento de Palma había retirado de los
presupuestos para el presente año, la cantidad que iba encaminada a cubrir los
gastos que puede producir la Semana Santa, tanto en materia de organización,
seguridad y limpieza.
Se dijo en su momento que el
Ayuntamiento iba a cargar dichas cantidades a las Cofradías que tomaran parte
de la Semana Santa de Palma.
Supongo que gracias a la salida
en prensa de esta noticia, y también gracias a algún partido de la oposición en
el Ayuntamiento, todo quedó en una “confusión”
y una mala “interpretación” de los presupuestos.
Pongo en antecedentes de todo
esto, porque ayer, tuvo lugar la Junta de la Asociación de Cofradías previa a
la Semana Santa de Palma, en la que se nos informan de los últimos pormenores
de todos los actos próximos (itinerarios, horarios,…).
En dicha reunión, la Junta de la
Asociación, nos informó a todos los presentes que en las últimas semanas habían
ido teniendo una serie de reuniones con los responsables del Ayuntamiento en
las cuestiones que afectan a las procesiones de Semana Santa.
Los responsables del
Ayuntamiento, en primer lugar, cosa que hasta el momento NUNCA se había exigido, solicitaron a la Asociación
que se hiciera responsable de los posibles accidentes que se pudieran producir
y que fueran provocados por las procesiones, refiriéndose de manera particular
a los producidos por la caída de cera en la vía pública.
Recuerdo a todo el mundo, por si
alguien no ha caído en la cuenta, que tenemos una empresa pública, llamada
EMAYA, cuyo deber es mantener la limpieza de la vía pública en cualquier
momento, incluido después de las procesiones.
Los componentes de la Junta de la
Asociación de Cofradías, asumieron la solicitud del Ayuntamiento y presentaron
un seguro de responsabilidad Civil suscrito por la misma, que cubriría este
tipo de accidentes.
No contentos con esto, los
responsables del Ayuntamiento, exigieron que esas coberturas, se ampliaran
hasta 3 semanas después de la finalización de las procesiones, (SÍ, habéis leído
bien, 3 SEMANAS).
Ya para rematar las exigencias,
quieren también que en la póliza del seguro, aparezca expresamente una cláusula,
que venga a poner que están cubiertos los posibles accidentes que ocurran por
motivo de la caída de cera.
Cualquier persona que entienda un poco de seguros o de
leyes, creo que entenderá que un seguro de responsabilidad civil cubre cualquier
daño a un tercero, ya sea por acción, omisión o
negligencia, está obligado a reparar el daño causado.
Ante estas exigencias,
consideradas por la mayoría de componentes de la Asociación, exageradas, la Junta
ha decidido presentar un escrito al Ayuntamiento con una serie de alegaciones
para intentar llegar a un acuerdo, y que la Semana Santa, que está ya tan próxima, transcurra con total
normalidad.
Todo lo anteriormente expuesto es
información, y lo que ahora escrito es opinión. A mi parecer, lo único que
buscan los actuales dirigentes del Ayuntamiento, con la inanición del Alcalde, es
poner todas las trabas posibles, a todo aquello con lo que no comulgan (perdónenme
por usar esta palabra con ustedes, señores del Ayuntamiento).
Harán todo lo posible por acabar
con todo con lo que no está bajo sus ideales y machacarán con todas las armas
posible hasta vencer o conseguir la retirada del contrario.
Confío que con nosotros, no les
salga la jugada. Ante esta forma de actuar, tenemos que estar más unidos que
nunca y sobre todo, actuar todos como uno, y no como a veces, que parece que
más que una Asociación, parecemos “33 versos sueltos”.
Si permitimos que ahora nos
impongan esto, luego supongo que podrán exigir un seguro a cada uno de los
Reyes Magos, por si con un caramelo que lancen, hieren a algún espectador, o a
pagar del bolsillo del jinete, la caca que deja su caballo durante un desfile,
o a no permitir la música a ciertas horas, por incumplir la normativa de ruidos
o…
En fin, muchas otras más cosas
que deberían prohibir y que si lo hacen así con nosotros, tendremos que luchar
con que lo hagan con cualquier tipo de manifestación, algunas “violentas”, que
se permiten sin ninguna consecuencia posterior.
No creéis que estaría bien que se
les exigiera a los participantes en una manifestación, que suscribieran
previamente un seguro de responsabilidad civil por los posibles daños que
pudieran causar a otras personas o al mobiliario urbano… Ahí dejo eso.
Un saludo compañer@s.