martes, 23 de diciembre de 2008

Feliz Navidad

En nombre de la Junta Directiva aprovecho la ocasión para desearos a todos que tengais una Feliz Navidad y un Próspero Año Nuevo en compañía de vuestros seres queridos.
Estamos preparando una reunión de compañerismo para después de todas las fiestas de Navidad, sabiendo de los compromisos familiares que existen durante las mismas. Os tendremos informados puntualmente.
Lo dicho, Bon Nadal i Feliç Any Nou.

miércoles, 3 de diciembre de 2008

Un poco de historia

Somos muchos los que veneramos a la Virgen del Socorro. Su popularidad se remonta a mucho tiempo atrás y se ha venido extendiendo por todo el mundo (Italia, España, suramérica...).
El motivo de esta entrada es explicaros un poco los orígenes de la veneración de nuestra Virgen y como poco a poco su devoción se fue extendiendo.
Cuenta la leyenda que en el año 1306, en la ciudad de Palermo, en la isla de Sicilia, una madre viuda vivía con su único hijo de corta edad. El niño estaba aquejado de fuertes dolores y lloraba amargamente. La madre sufría y en un momento de desesperación, impotente ante el llanto de la criatura, perdió la razón y dijo: "¡Qué el diablo te lleve!". Espantada vio como el demonio, en forma de bestia feroz, le arrebataba al niño. La pobre mujer, angustiada, invocó a la Virgen: "¡Virgen María, Madre mía, socórreme!". La Virgen María escuchó aquella desgarrada súplica de una madre abatida, apareció al instante, espantó con un bastón al demonio y le arrebató a la criatura de sus garras, la protegió bajo su manto y se la devolvió sana a la madre, "amonestándole para que hiciera penitencia de su culpa y en adelante se abstuviera de todo tipo de maldiciones".
Acto seguido la mujer fue a la cercana iglesia de San Agustín y vio en la capilla lateral de San Martín un cuadro de la Virgen, cuyo rostro le pareció el de la señora que, al escuchar su clamor, acudió en su ayuda, era Nuestra Señora del Socorro. La mujer refirió el prodigio al Prior del Convento. Así desde los albores del S. XIV comenzó a propagarse la devoción a la Madre de Dios.
Muy pronto lo que fue una devoción local, se extendió a los conventos e iglesias agustinianas por toda Italia. Pasó a España y otros paises de Europa hasta saltar, con nuestros misioneros del S. XVI, al continente americano.
A Mallorca llegó a través del siervo de Dios, Juan Eisarch, soldado valenciano. Este soldado, en plena juventud se alistó en la milicia y participó en las campañas de Nápoles y Sicilia. Tocado de la gracia de Dios, algunos años más tarde decidió volver a su Valencia natal para ingresar en una orden religiosa. Iniciada la navegación de retorno, se desató tan espantosa tormenta frente a la isla de Sicilia que puso en peligro de naufragio a la embarcación. Ante tal peligro, el siervo de Dios acudió con fervor a la Santísima Virgen del Socorro prometiendo, si le socorría en aquel trance, hacerse religioso agustino y fundar un convento dedicado a esta advocación mariana en Valencia, su ciudad natal. Amainó el temporal y siguió la navegación. Con el ánimo de cumplir su propósito se detuvo en la isla de Cerdeña y vistió el hábito agustiniano por unos años. Después de completar sus estudios se dirigió a España donde fundó varios conventos en Valencia, Xátiva, Caudiel, Mallorca y Menorca.
A finales del S. XV el P. Juan Exarch llegó a Mallorca acompañado de un grupo de religiosos con la misión de fundar un convento en honor de la Virgen del Socorro.
La imagen de la Virgen que sale en procesión con nuestra Cofradía es una antigua imagen de la Virgen de los Dolores, venerada con este nombre en la iglesia palmesana de Sancti Spiritu, desmantelada en la desamortización de iglesias del año 1835. La imagen fue trasladada a la capilla de la Misericordia. Los cofrades, que la recibieron del antiguo centro asistencial, adoptaron el cambio de nombre y la llamaron del Socorro de acuerdo con las autoridades eclesiásticas competentes y así se la conoce y venera actualmente. Este origen y finalidad hace que se diferencie en su forma y atributos de las otras imágenes de nuestra advocación mariana.
La escultura presenta a María sentada, a modo de gran matrona, coronada de doce estrellas; muestra el corazón traspasado por una sola espada, tiene los brazos abiertos sosteniendo un sudario, dispuesta a recibir el cuerpo inerte del Hijo que bajan del madero y, por otra parte, como para indicar su acogida maternal o brindar socorro a cuantos seres dolientes lo necesitan, ella que sufrió lo indecible al pie de la cruz. Viste túnica roja ceñida a la cintura; sobre la toca blanca, un ligero manto azul cubre también su espalda y brazos. Su rostro, en el que se conjuga el dolor y el amor, muestra admirable serenidad, mira dulcemente hacia abajo, como para contemplar al Hijo que espera depositen en su regazo y ofrecer confianza y socorro al ser humano pecador. Esta expresión de su mirada, reitera la significación de los brazos abiertos.

Traje de niño para un compañero

Buenos días. Un compañero cofrade le gustaría que la Semana Santa próxima salga con nuestra Cofradía su hija, de unos 4 años de edad. Si alguno de vosotros dispusiera de un traje que ya se le haya quedado pequeño para alguno de sus hijos y estuviera dispuesto a dejarlo o alquilarlo os agradeceríamos mucho que os pusierais en contacto con nosotros. Gracias.