El Sant Crist de la Sang, devoción de devociones
“És la Sang d’es Senyorio; el Corpus és la Sang de sa gent de ploma i arpa; i la Sang, és la Sang de tothom”.
Mòssen Gabriel Maura i Montaner (1840-1907)
Tras la procesión del Domingo de Ramos -y las del lunes, martes y miércoles en distintos barrios de Palma-, llega la más importante de todas, la del Jueves Santo o del Sant Crist de la Sang. Es la más antigua y la de más alta participación, tanto de público a lo largo de su itinerario como de cofradías, 32 con sus pasos y bandas de música. Sin olvidarnos de los llamados penitentes libres, conocidos popularmente como es cabrum. De nuevo, si la climatología u otra causa mayor no ponen obstáculo, la Sang recorrerá las viejas y angostas calles de Palma donde, un año más, será devocionado por los palmesanos, gente venida de la Part Forana y también por los que no pueden asistir presencialmente por trabajo, enfermos o privados de libertad. Con fervor y sentimiento, rememoraremos sus últimas horas en este mundo terrenal.
En el siglo XVI empezaron a participar en la procesión los diversos gremios artesanales por orden cronológico de año de fundación -delante los más modernos, detrás los más antiguos-, con caperuzas y hábitos blancos y llevando cada uno su propio paso: moliners de vent (molineros de viento ), la Degollación de los Santos Inocentes; porgadors i mesuradors (cribadores y medidores), la Transfiguración; corders (cordeleros), la Samaritana; velluters (terciopeleros), la Resurrección de Lázaro; flassaders (manteros), Entrada de Cristo en Jerusalén; marxandos (marchandos), la Despedida de María Santísima; capellers (sombrereros), la Cena Eucarística; esparters (esparteros), la Oración en Getsemaní; moliners d’aigo (molineros de agua), San Pedro cortando la oreja a Malcos; blanquers i assaonadors (curtidores), la Traición de Judas; traginers de garrot (trajineros de garrote), Jesús sentenciado a muerte; hortolans (hortelanos), Jesús objeto de burlas; picapedres (albañiles), Jesús de Herodes a Pilatos; carnicers (carniceros), Jesús azotado; forners (panaderos), Jesús coronado de espinas; teixidors de lli (tejedores de lino), Ecce-Homo; pescadors (pescadores), Pilatos lavándose las manos; gerrers (alfareros), Jesús cargado con la Cruz; boters (toneleros), la Verónica; fusters (carpinteros), Jesús cayendo bajo el peso de la Cruz; sabaters (zapateros), el sorteo de la túnica de Jesús; sastres i calçeters (sastres y calceteros), Jesús clavado en la Cruz; teixidors de llana (tejedores de lana), Jesús bebiendo hiel y vinagre; paraires (pelaires), Jesús pronunciando las palabras “Ecce Mater tua”; y ferrers ( herreros), María Santísima al pie de la Cruz.
En 1836, tras abolirse los gremios, la procesión era concurrida por estamentos clericales, como asociaciones, congregaciones y parroquias. Durante el trienio liberal del general Baldomero Espartero (1841-1843) las procesiones de Semana Santa fueron prohibidas, aunque al año siguiente volvieron a ser legalizadas.
A finales de ese siglo, el itinerario de la procesión era muy diferente al de ahora. Varios historiadores -como el archiduque Luis Salvador de Austria, Pere d’Alcàntara Penya, Josep de Oleza, J. Llabrés Bernal y Gabriel Llompart Moragues- coinciden en el recorrido que hacía la procesión de la Sang en esos años: “Salía, a las cuatro y media de la tarde, de la iglesia del Hospital General y con desfile pausado y solemne, con varias bandas de música que tocaban piezas apropiadas, visitaba algunas casas señoriales y los conventos de monjas de clausura, parándose en el de Santa Clara, donde se paraba media hora para relevar a la tropa de escolta y dar un refrigerio a las autoridades, entraba en la catedral, y el Sant Crist, tras ser venerado por los fieles, regresaba sobre las nueve o diez de la noche al Hospital General”.
Por otra parte, Ramón Medel escribe en su “Manual del viajero en Palma de Mallorca” (1849): “Pocas son las procesiones que se celebran en Palma; pues sacando la general de Corpus Christi que sale de la Catedral, y las particulares que pasean en su parroquias respectivas, sólo queda la del Santo Cristo de la Sangre conducido el Jueves Santo del Hospital General hasta la catedral y acompañado por multitud de nazarenos que llevan hachas encendidas y atributos de Pasión (…)”.
Actualmente, tanto el horario de salida como el itinerario programado por la Associació de Confreries de Palma es radicalmente diferente al que hemos visto anteriormente: a las 19.00 horas, salida del patio de la Misericòrdia, siguiendo por la iglesia de la Anunciación, plaza del Hospital, Costa de la Sang, Oms, Sant Miquel, plaza Major, plaza Marqués del Palmer, Colom, plaza de Cort, Palau Reial, plaça de la Seu y finalizando con la entrada a nuestra catedral por su portal mayor.
La talla del Sant Crist de la Sang, que preside la procesión del Dijous Sant desde 1554, es obra anónima del siglo XVII a la que se le atribuyen infinidad de milagros. Es de estilo barroco, de brazos largos y poco cuerpo y desplome de su cabeza a la derecha, con peluca postiza, realizado en yeso y madera de alcornoque con un peso aproximado de 73 kilos. La Sang, como se la conoce popularmente, está depositada para su veneración en un camarín de la iglesia gótica del Hospital General, bajo la advocación de la Anunciación de Nuestra Señora.
Este sanatorio, fundado por el franciscano Padre Bartolomé Catany en el 1468 y ratificado por bula del Papa Calixto III, es el resultado de la unificación de todos los hospitales existentes en nuestra Ciutat, salvo el de Sant Antoni de Viana, el de Santa Magdalena y el Hospital Real, que se unieron muchos años más tarde. En esa época fundacional, pasó a ser tutelado por el Gran i General Consell. Hoy en día, tanto el Hospital General como la talla del Sant Crist son propiedad del Consell de Mallorca, institución que sustituye a la Diputación Provincial.
El camarín que alberga la Santa Imagen empezado a construir en el 1743. Es neobarroco, con una cúpula de las llamadas de media naranja y consta de un intercolumnio de forma clásica. El habitáculo forma parte de una capilla que contiene una notable pinacoteca con escenas religiosas barrocas. Dos escaleras acceden a un deambulatorio donde se rinde el besapies al Sant Crist, hoy en día protegido por un cristal debido al acto vandálico producido por un perturbado mental que al grito de “Dios me lo ha ordenado” el día 18 de diciembre de 2002 lo destrozó en diversos fragmentos, algunos de ellos de menos de 5 milímetros.
Milagrosamente, la parte que no sufrió daños mayores fue su cabeza, que sólo se fracturó algo en su nariz, hecho que hizo que fuera reconstruido, reforzando la estructura interna, a instancias de su propiedad, el Consell Insular de Mallorca, y que durante dos años no pudiera ser devocionado en su procesión del Dijous Sant, sustuyendole por otro de la misma iglesia. Ese mismo individuo había realizado semanas antes otro acto de la misma índole en el zaguán del convento de los Padres Capuchinos de Palma, destrozando un grupo escultórico antiquísimo de Jesucristo y de San Francisco.
Permítaseme aprovechar estas líneas para recordar que al día siguiente de esta procesión, Viernes Santo, a las 12.00 horas, en la iglesia parroquial de Sant Jaume, se celebrará el tradicional Sermó de les Set Paraules. Lo pronunciará el Ilmo. Sr. D. Nadal Bernat, vicario judicial del Obispado de Mallorca. Ya por la tarde, desde la basílica de Sant Francesc, saldrá la procesión del Sant Enterramnet, con el siguiente itinerario: plaza de Sant Francesc, Convent de Sant Francesc, plaza de Santa Eulàlia, Cadena, Cort, Colom, plaza Marqués del Palmer, plaza Major, Sant Miquel, Josep Tous i Ferrer, plaza del Comtat del Rosselló, Josep Anselm Clavé, plaza Alexandre Jaume, Porta de Sant Antoni, Socors, finalizando en la iglesia de Nostra Senyora dels Socors, donde se procederá al entierro de Jesucristo, escenificado en una talla yaciente del siglo X.
Con este acto se cerrarán los desfiles procesionales de esta Semana Santa de 21011.
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